El trabajo de los psicoterapeutas es bastante arduo y, por momentos, fatigante. Es por eso que resulta importante cuidarse emocionalmente. Cada terapeuta tiene diferentes rituales para lidiar con esto, pero hay algunos que no, especialmente los que dan sus primeros pasos.
La clave está en identificar cuándo estás comenzando a experimentar desgaste a causa del flujo emocional provocado por la interacción con los pacientes. Para lidiar con esto, lo deseable es recurrir a estrategias de autorregulación y de cuidado emocional, que implican mantener un equilibrio en lo que cada psicoterapeuta siente después de atender a varios pacientes en un día, una semana o un mes de forma continua.
Estos son algunos consejos para el cuidado personal del terapeuta:
El microcuidado personal
El autocuidado no es solo una posibilidad remota fuera del consultorio: está disponible dentro del trabajo, incluso durante una sesión. Por ejemplo, tomando una respiración profunda y centrándonos un “micromomento” en notar cómo nos sentimos. También son útiles estos ejercicios de atención plena antes de comenzar la jornada laboral, y al finalizarla.
Un descanso entre sesiones
Cuando estamos en medio de una sesión muchas veces entramos en estado de alerta. En el caso de que el paciente esté atravesando un momento crítico, por ejemplo, el sistema nervioso simpático, encargado de la supervivencia, se activa en estos casos para poder regular la situación. Por esto mismo al finalizar la sesión, es recomendable consumir un poco de agua y tomarse un descanso de 10 a 15 minutos antes de recibir al próximo paciente. De esta forma damos tiempo para que el sistema nervioso vuelva a su estado normal.
La supervisión
Cuando atendemos a una variedad de pacientes, las emociones conflictivas hacen perder la precisión terapéutica. Es muy útil buscar supervisión con colegas de confianza, con quienes puedas compartir tus inquietudes, sensaciones, preocupaciones y sentimientos acerca de tus pacientes. Este tipo de intercambio contribuye de manera significativa al autocuidado.
Las actividades de ocio y deporte
Es importante que destines cierta cantidad de horas libres a hacer aquello que te gusta hacer (aparte de tu trabajo): bailar, leer, ir al cine, ir a cenar, etc. No te olvides de hacer deporte: cualquier actividad que implique movimiento físico sirve. La actividad psicoterapéutica implica pasar muchas horas sentado y eso puede conducir a dolores de espalda y cabeza: aprendé algunos movimientos de yoga para estirar y mantener una postura correcta, y practicalos entre cada paciente.
El sostén de tu red y vínculos
Además de supervisar y compartir con colegas, es importante no descuidar los espacios sociales. Dedicar algo de tiempo a ver a la familia, amigos y conocidos, poder conversar con personas fuera del consultorio, donde te sientas libre de compartir y ser vos mismo fuera de tu práctica profesional.