A veces, lo terapéutico también puede venir en forma de una buena película. No es casualidad que muchos terapeutas encuentren en el cine no solo un descanso, sino también un recurso clínico y emocional: una forma de abrir conversaciones, ilustrar conceptos complejos o simplemente reconectar con algo profundo. Estas cuatro películas han sido especialmente significativas para profesionales de la salud mental. No son “películas sobre terapia”, sino historias que abren puertas internas. Acá te contamos por qué.
Lion (2016): el poder de un apego seguro
🗣 Recomendación de Karen Pando-Mars (MFT) y Diana Fosha (PhD)
Basada en una historia real, Lion narra el viaje de Saroo, un niño indio de cinco años que se pierde a miles de kilómetros de su hogar y, décadas después, logra encontrar el camino de regreso. Lo que conmueve no es solo la odisea geográfica, sino el sostén emocional que lo acompaña: el recuerdo persistente de su madre, la certeza de que lo buscan, la vivencia interna de ser querido.
En un momento clave, Saroo, ya en un orfanato, sigue sintiendo dentro de sí el amor de su familia. Esta conexión emocional profunda le permite regularse, vincularse con sus nuevos padres adoptivos en Australia y, eventualmente, volver a sus raíces. Para quienes trabajan con trauma y apego, Lion ilustra con una claridad conmovedora cómo la internalización de vínculos seguros puede ofrecer un refugio incluso en medio de la adversidad más extrema.
No se trata de negar el dolor de la pérdida, sino de mostrar que el amor recibido (y recordado) puede ser una fuerza orientadora. Por eso, muchos terapeutas recomendamos esta película a pacientes y colegas: es una historia sobre la resiliencia, la identidad y la posibilidad de reencontrarse, por dentro y por fuera.
Defending Your Life (1991): vivir con miedo o con autenticidad
🗣 Recomendación de Steve Shapiro (PhD)
Esta comedia romántica, ambientada en un más allá burocrático donde se evalúa la vida que llevamos, propone una pregunta incómoda: ¿viviste guiado por el miedo o por tus convicciones más profundas?
En esta historia, el personaje de Meryl Streep representa la autenticidad, la alegría y la espontaneidad. El de Albert Brooks, en cambio, encarna la ansiedad, la duda y la autoexigencia. El contraste entre ambos personajes da lugar a una reflexión clínica valiosa: ¿cómo sería vivir sin estar en guerra con uno mismo?
Para terapeutas que trabajan con defensas, ansiedad o autoimagen, esta película ofrece una representación artística de fenómenos comunes en la clínica. Invita a preguntarnos, como profesionales y como personas, cuánto dejamos que el miedo dicte nuestras decisiones y cómo sería animarse a una vida más libre.
Buck (2011): liderazgo empático y comunicación no verbal
🗣 Recomendación de Steve Shapiro (PhD)
Este documental sobre Buck Brannaman, un domador de caballos que sufrió abuso infantil, se ha convertido en una referencia inesperada para terapeutas que trabajan con intervenciones experienciales.
Lo interesante de Buck no es solo su historia de vida, sino su forma de relacionarse con los caballos. No los “rompe”; los guía con firmeza, claridad y respeto. Su presencia transmite seguridad, y esa confianza, más que las palabras, es lo que genera conexión.
Como analogía terapéutica, su método resuena con lo que muchos buscamos en la clínica: evitar tanto la dirección autoritaria como la condescendencia pasiva. En su lugar, ofrecer una presencia clara, sensible y segura que permita al otro avanzar. Para quienes trabajan con trauma, el mensaje es contundente: liderar con ternura no es incompatible con confrontar lo que duele.
Además, Buck recuerda algo esencial: mucho del trabajo terapéutico sucede más allá de las palabras. El tono, los gestos, el ritmo: todo comunica. Y muchas veces, eso es lo que verdaderamente transforma.
All That We Love (2025): duelar, reír y seguir amando
🗣 Recomendación de Mark O’Connell (MFA)
La más reciente de las recomendaciones, All That We Love, explora la pérdida a través de los ojos de Emma, una mujer que acaba de perder a su perro mientras su hija le anuncia que se va del país. Lo que podría ser una historia mínima se convierte en una meditación sutil sobre el duelo, los vínculos y la capacidad de reinventarse.
Dirigida por Yen Tan, la película combina humor, ternura y escenas cotidianas que capturan el dolor y la belleza de seguir viviendo. Emma se muestra frágil y a la vez resistente, como tantas personas que atraviesan duelos: con una mezcla de tristeza, dignidad y deseo de conexión.
Para quienes acompañamos procesos de pérdida, All That We Love es una invitación a ver el duelo no solo como un cierre, sino como un tránsito posible hacia una nueva forma de amar. Sin solemnidad, sin fórmulas. Solo presencia, humor y humanidad.
Un recurso inesperado
Estas películas no reemplazan a la terapia, pero pueden ser un complemento valioso. A veces, lo que no puede decirse en una sesión aparece en una imagen, en una escena, en una frase que toca algo adentro. Y si una historia contada en la pantalla nos ayuda a abrir una conversación (con un paciente, con un colega, con uno mismo), entonces vale la pena sentarse a mirar.