Dar los primeros pasos en el trabajo psicoterapéutico puede ser abrumador si no se sabe cómo empezar.
Las siguientes recomendaciones pueden ayudarte a orientar tus esfuerzos a la hora de aplicar los conocimientos que has adquirido en tu formación. Puede que la falta de experiencia genere dificultades, pero toda carrera profesional tiene su minuto cero.
1. Especializate y comenzá por aquello en lo que te formaste
Especializarnos en ciertos “nichos” dentro del campo inmenso de la psicoterapia nos permitirá ir construyendo el resto de nuestras futuras competencias a partir de ahí, lo cual es interesante porque en nuestros primeros meses de trabajo el hecho de adaptarnos a todo lo que significa ejercer como psicólogos novatos ya puede llegar a desbordarnos; no digamos ya afrontar casos que nos resultan totalmente nuevos.
Especialmente cuando se empieza, es bueno focalizar los esfuerzos en tratar esos problemas en los que se ha centrado nuestra formación.
2. Supervisá tus casos
La supervisión con un profesional experto es una práctica muy efectiva para todos los psicólogos clínicos pero para los que recién se inician mucho más. En los encuentros con tu supervisor, podrás enriquecerte y obtener herramientas para el manejo del caso que estés tratando pero también generarás más experiencia para el devenir de tu práctica clínica.
3. Conocé tus fortalezas y debilidades como profesional
Todos los profesionales tienen puntos fuertes y puntos débiles en su trabajo. Es importante reconocer cuáles son las cosas que más te cuestan como profesional para tener la oportunidad de trabajar sobre ellas y mejorar en la práctica clínica.
4. Obtener feedback de los pacientes
Si bien es dificil, es una herramienta muy útil conseguir que los pacientes realicen algún tipo de devolución sobre tu trabajo. En este artículo podés encontrar más información sobre cómo conseguirlo: https://www.seth.com.ar/beneficios-de-pedir-feedback-a-tu-paciente/
5. Trabajá aunque no tengas “trabajo”
Es frecuente que los psicólogos cuando comienzan tienen poco volumen de trabajo. En lugar de trabajar sólo las horas que tenés pacientes, puede ser útil asignarte una jornada laboral de, por ejemplo, 8 horas al dia. Entonces, el resto del tiempo en el que no estás trabajando con tus pacientes, podés invertirlo en darte a conocer, establecer alianzas con otros profesionales, crear un blog propio, hacer contactos con Linkedin, leer y formarte y otras actividades que podés hacer para promover obtener mayor volumen de trabajo.
No esperes a que la gente se interese por tu trabajo y venga a buscarte, se activo.